En el ejercicio de la docencia no debemos etiquetar a los estudiantes, la lectura nos lleva a reflexionar el como una palabra de aliento logra que un estudiante cambie, debemos analizar el poder que tenemos con los comentarios que emitimos, que asi como pueden traer beneficios pueden causar daños irreversibles en algunas personas. por ello debemos pensar antes de emitir un comentario.
En este caso nos podemos dar cuenta como las palabras pueden transformar una conducta, en especial a los niños e adolescente que si lo tratamos con rechazo de esa misma manera se comportaran en su entorno de una forma rebelde como de defensa, en el momento que nos encontremos con estudiantes de fuerte comportamiento, es necesario tratar de buscar una forma de resaltarle su lado positivo, tal vez de alguna forma podremos causar en él un cambio.
Debemos ser cuidadosos en el momento de como nos referimos a un estudiante o a las pesonas en general como mediadores, ya que las palabras tienen un poder de significado. No podemos etiquetar a los estudiantes por su comportamiento, participacion o presencia, debemos ayudar en lugar de rechazar o lastimar creyendo que no tienen capacidades o que no lograran sus objetivos de vida. Las palabras asi como causan aliento puden causar tristeza.
Como mediadores debemos ser conscientes del vocabulario que utilizamos y de la actitud con que nos dirigimos hacia los estudiantes, así mismo antes de etiquetarlos como buenos o malos debemos buscar la manera de como ayudarlos, ya que muchas veces los comentarios que realizamos pueden ser perjudiciales como beneficiosos para las personas.
Como futuros docentes debemos ser muy cuidadosos al momento de comunicarnos con nuestros alumnos, pues una palabra desagradable puede desanimar a un estudiante, por el contrario con una palabra agradable podemos animar a muchos estudiantes a seguir adelante. La palabra tiene mucho poder para bien o para mal...
Como futuros docentes debemos ser muy cuidadosos al momento de comunicarnos con nuestros alumnos, pues una palabra desagradable puede desanimar a un estudiante, por el contrario con una palabra agradable podemos animar a muchos estudiantes a seguir adelante. La palabra tiene mucho poder para bien o para mal...
Muy propicia la lectura para nuestra formaión académica como mediadores, ya que es importante tener en cuenta que no se debe colocar etiquetas a los alumnos, al contrario si se observa una dificultad, se debe buscar la manera de ayudarlo. Siempre apostemos a lo mejor con lo mejor,una palabra puede generar grandes cambios y si no sucede no importa pero por lo menos se hizo el intento.
No etiquetar a los estudiantes es fundamental en nuestro ejercicio como mediadores. Cada estudiante tiene formas distintas de ser y es allí donde está nuestro reto, saber que hacer frente a esos diversos comportamientos; lo ideal no es castigar o etiquetar a alguien como mala conducta o mal estudiante, lo ideal es ayudarlo.
la manera como nos referimos a nuestros estudiantes puede ser determinante para las respuestas que nos puedan dar, si los tratamos mal, con pocos gestos de amabilidad y con desagrado, nuestros estudiantes pueden reaccionar de la misma manera, pero si en cambio los incentivamos y les brindamos nuestro apoyo, podemos ver un cambio en su rendimiento. Si le decimos a un alumno que es malo, se volverá malo, el poder de la palabra es muy importante para llevar a cabo la práctica docente.
la manera como nos referimos a nuestros estudiantes puede ser determinante para las respuestas que nos puedan dar, si los tratamos mal, con pocos gestos de amabilidad y con desagrado, nuestros estudiantes pueden reaccionar de la misma manera, pero si en cambio los incentivamos y les brindamos nuestro apoyo, podemos ver un cambio en su rendimiento. Si le decimos a un alumno que es malo, se volverá malo, el poder de la palabra es muy importante para llevar a cabo la práctica docente.
a veces nos tornamos a juzgar a las demás personas , sin preguntarnos porque actúan así, y que todo se puede resolver por medio de la comunicación, por eso hay una mala relación entre el alumno y el docente, porque no hablamos con ellos o en este caso con su representante, todo los conflictos en la vida se pueden resolver por medio de una buena comunicación
Al leerla me di cuenta que realmente es una lectura que demuestra lo que pasa continuamente con los docentes y estudiantes, solo que muchas veces ese error no es afortunado. Al principio sentí curiosidad por el título y a medida que iba leyendo me sentía identificada, ya que como he dicho antes yo suelo etiquetar a los estudiantes. Esta lectura me sirve para tratar de corregir ese defecto en mí. Aprendí que muchas veces nosotros los seres humanos nos dejamos llevar por las apariencias y juzgamos y etiquetamos a las personas, pero lo peor es que, aun sabiendo eso no hacemos nada para corregirlo, también aprendí que las palabras por más insignificantes que puedan ser, pueden llegar a tener gran peso y hacer cambiar una situación como en el caso del estudiante de la lectura un error afortunado. Quién diría que hay errores afortunados realmente todos los errores pasan por algo y sobretodo para aprender de ellos.
En el ejercicio de la docencia no debemos etiquetar a los estudiantes, la lectura nos lleva a reflexionar el como una palabra de aliento logra que un estudiante cambie, debemos analizar el poder que tenemos con los comentarios que emitimos, que asi como pueden traer beneficios pueden causar daños irreversibles en algunas personas. por ello debemos pensar antes de emitir un comentario.
ResponderEliminarEn este caso nos podemos dar cuenta como las palabras pueden transformar una conducta, en especial a los niños e adolescente que si lo tratamos con rechazo de esa misma manera se comportaran en su entorno de una forma rebelde como de defensa, en el momento que nos encontremos con estudiantes de fuerte comportamiento, es necesario tratar de buscar una forma de resaltarle su lado positivo, tal vez de alguna forma podremos causar en él un cambio.
ResponderEliminarYAMIREIS SANTIAGO FASE II
Debemos ser cuidadosos en el momento de como nos referimos a un estudiante o a las pesonas en general como mediadores, ya que las palabras tienen un poder de significado. No podemos etiquetar a los estudiantes por su comportamiento, participacion o presencia, debemos ayudar en lugar de rechazar o lastimar creyendo que no tienen capacidades o que no lograran sus objetivos de vida. Las palabras asi como causan aliento puden causar tristeza.
ResponderEliminarComo mediadores debemos ser conscientes del vocabulario que utilizamos y de la actitud con que nos dirigimos hacia los estudiantes, así mismo antes de etiquetarlos como buenos o malos debemos buscar la manera de como ayudarlos, ya que muchas veces los comentarios que realizamos pueden ser perjudiciales como beneficiosos para las personas.
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ResponderEliminarComo futuros docentes debemos ser muy cuidadosos al momento de comunicarnos con nuestros alumnos, pues una palabra desagradable puede desanimar a un estudiante, por el contrario con una palabra agradable podemos animar a muchos estudiantes a seguir adelante. La palabra tiene mucho poder para bien o para mal...
ResponderEliminarDayana Martinez
Como futuros docentes debemos ser muy cuidadosos al momento de comunicarnos con nuestros alumnos, pues una palabra desagradable puede desanimar a un estudiante, por el contrario con una palabra agradable podemos animar a muchos estudiantes a seguir adelante. La palabra tiene mucho poder para bien o para mal...
ResponderEliminarDayana Martinez
Muy propicia la lectura para nuestra formaión académica como mediadores, ya que es importante tener en cuenta que no se debe colocar etiquetas a los alumnos, al contrario si se observa una dificultad, se debe buscar la manera de ayudarlo. Siempre apostemos a lo mejor con lo mejor,una palabra puede generar grandes cambios y si no sucede no importa pero por lo menos se hizo el intento.
ResponderEliminarNo etiquetar a los estudiantes es fundamental en nuestro ejercicio como mediadores. Cada estudiante tiene formas distintas de ser y es allí donde está nuestro reto, saber que hacer frente a esos diversos comportamientos; lo ideal no es castigar o etiquetar a alguien como mala conducta o mal estudiante, lo ideal es ayudarlo.
ResponderEliminarla manera como nos referimos a nuestros estudiantes puede ser determinante para las respuestas que nos puedan dar, si los tratamos mal, con pocos gestos de amabilidad y con desagrado, nuestros estudiantes pueden reaccionar de la misma manera, pero si en cambio los incentivamos y les brindamos nuestro apoyo, podemos ver un cambio en su rendimiento. Si le decimos a un alumno que es malo, se volverá malo, el poder de la palabra es muy importante para llevar a cabo la práctica docente.
ResponderEliminarla manera como nos referimos a nuestros estudiantes puede ser determinante para las respuestas que nos puedan dar, si los tratamos mal, con pocos gestos de amabilidad y con desagrado, nuestros estudiantes pueden reaccionar de la misma manera, pero si en cambio los incentivamos y les brindamos nuestro apoyo, podemos ver un cambio en su rendimiento. Si le decimos a un alumno que es malo, se volverá malo, el poder de la palabra es muy importante para llevar a cabo la práctica docente.
ResponderEliminara veces nos tornamos a juzgar a las demás personas , sin preguntarnos porque actúan así, y que todo se puede resolver por medio de la comunicación, por eso hay una mala relación entre el alumno y el docente, porque no hablamos con ellos o en este caso con su representante, todo los conflictos en la vida se pueden resolver por medio de una buena comunicación
ResponderEliminarAl leerla me di cuenta que realmente es una lectura que demuestra lo que pasa continuamente con los docentes y estudiantes, solo que muchas veces ese error no es afortunado.
ResponderEliminarAl principio sentí curiosidad por el título y a medida que iba leyendo me sentía identificada, ya que como he dicho antes yo suelo etiquetar a los estudiantes.
Esta lectura me sirve para tratar de corregir ese defecto en mí. Aprendí que muchas veces nosotros los seres humanos nos dejamos llevar por las apariencias y juzgamos y etiquetamos a las personas, pero lo peor es que, aun sabiendo eso no hacemos nada para corregirlo, también aprendí que las palabras por más insignificantes que puedan ser, pueden llegar a tener gran peso y hacer cambiar una situación como en el caso del estudiante de la lectura un error afortunado.
Quién diría que hay errores afortunados realmente todos los errores pasan por algo y sobretodo para aprender de ellos.